“La calle es libre”.
(1998) Ediciones Ekaré. Kurusa. Imágenes: Mónica Doppert.
El texto nos lleva a la historia de unos niños del barrio de San José
de La Urbina que querían un parque en un terreno desocupado. El barrio, como
tantos otros de América Latina, es una villamiseria,
tal como las denominamos en Argentina, similar a una favela en Brasil, o a una población
campalla, como le dicen en Chile. Para obtenerlo acuden a la ayuda del
bibliotecario que los orienta para que formulen su petición a la autoridad
competente, el intendente. No lo consiguen por este medio, y finalmente es a
través de la autogestión que los mismos habitantes del barrio construyen para
los niños la plaza soñada. La crítica es contundente: las autoridades no
funcionan, la policía los ataca, nadie les resuelve su problema. La autora
brinda información sobre la instalación de estos barrios de emergencia en toda
América Latina como consecuencia de la migración forzada del campo hacia las
zonas urbanizadas. Y agrega:
La
calle es libre está basado en
la historia verdadera de unos niños del Barrio de San José de La Urbina que
querían un parque de juegos. Aún no lo tienen pero siguen soñando y luchando
por conseguirlo. Y de la misma manera que la realidad fue la base de este
cuento, pensamos que este cuento puede….”
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