Palabras de una docente sobre el día de la independencia

“La patria, amigos, es un acto perpetuo como el perpetuo mundo… Nadie es la patria, pero todos debemos ser dignos del antiguo juramento que prestaron aquellos caballeros de ser los que ignoraban, argentinos, de ser lo que serían por el hecho de haber jurado en esa vieja casa. Somos el porvenir de esos varones, la justificación de aquellos muertos; nuestro deber es la gloriosa carga que a nuestra sombra legan esas sombras que debemos salvar. Nadie es la patria, pero todos lo somos. Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante, ese límpido fuego misterioso.” La patria, esa patria a la que Jorge Luis Borges dedicó el poema al que pertenece este fragmento, está a punto de celebrar sus primeros 200 años. Si como suele decirse, los aniversarios son propicios para el balance, la reflexión y, sobre todo, la mirada introspectiva, ¿por qué no ensayar el ejercicio, individualmente, ante un cumpleaños común y compartido? Y esto nos lleva a preguntarnos ¿Qué es la patria? El interrogante puede tener muchas respuestas: la patria es el tango, Maradona, el dulce de leche, la chacarera, el obelisco, la bandera, porque ya lo dijo Borges: “Nadie es la patria pero todos lo somos” y éstas respuestas que cruzan geografías; generaciones; estratos sociales, culturales y económicos; artes, oficios y profesiones, reflejan orgullos y vergüenzas; dan cuenta de esperanzas y decepciones; lamentan las divisiones y apuestan a los reencuentros... Son las voces de quienes, día a día, desde su lugar de trabajo o su mesa de estudio, hacen la Argentina. Esa que, muchas veces, no se parece demasiado a la que soñamos pero que, de todos modos, es la que tenemos y la que queremos. Porque como dijo, hace muchos años, otro célebre poeta, nadie ama a su patria porque sea la más grande, sino porque es la suya. Mariela Frías ( docente de recuperación, turno mañana)